La Confesión puede parecer intimidante para muchas personas, pero con una preparación simple, puede ser un encuentro reparador con Cristo que te dejará lleno de paz.
Durante la Confesión
-¿Cómo me confieso?-
Vea una de estas dos versiones del examen de conciencia, una para adultos y otra para niños, ambas basadas en los Diez Mandamientos.
Bienvenida: El sacerdote te dará la bienvenida y podrá decir una bendición breve o leer un pasaje de las Escrituras.
Señal de la Cruz: Juntos, tú y el sacerdote harán la Señal de la Cruz. Luego, podrás comenzar tu confesión con estas palabras u otras similares: “Bendígame padre, porque he pecado. Han pasado [tantos semanas, meses o años] desde mi última confesión”.
Confesión: Confiesa todos tus pecados al sacerdote. Si no estás seguro sobre lo que debes decir, pide ayuda al sacerdote. Cuando termines, concluye con estas palabras u otras similares: “Me arrepiento por estos y por todos mis pecados”.
Penitencia: El sacerdote te propondrá un acto de penitencia. La penitencia podrá ser una oración, una obra de misericordia o un acto de caridad. También puede aconsejarte sobre cómo llevar una mejor vida cristiana.
Acto de contrición: Di un Acto de contrición, en el que expresas pesar por tus pecados y decides renunciar al pecado y vive más como Jesucristo.
Absolución: luego, el sacerdote te bendice en la persona de Cristo mientras dice la oración de la absolución que te libra de tus pecados.